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Yhabril: “Yo creo que me manejo bien simplemente porque lo que me mueve es la pasión”

Gonzalo Bartolomé Tierra (Bilbao, 1978), conocido en el mundo de la fotografía outdoor como “Yhabril”, es un apasionado autodidacta de la fotografía de actividad de montaña y naturaleza. Diez años de dedicación, haber tomado la decisión de trasladarse a vivir a Villanúa (Huesca) hace tres para poder estar mimetizado con el medio durante todo el año, y muchos, muchísimos premios y menciones de prestigio, hacen que sea un fotógrafo de reconocimiento mundial.

Es el autor de la fotografía “X-Man” que ilustra el cartel oficial del Mendi Film 2023, premio que le concede el concurso de fotografía de actividad de montaña CVCEPHOTO, uno de sus principales escaparates internacionales, en donde, entre otras menciones especiales, ganó el primer premio de la edición 2022 con la fotografía “Young Gun”.

Yhabril posa en la exposición CVCEPHOTO 2022 de Metro Bilbao ante la fotografía "Young Gun" que le valió el primer premio del concurso, flanqueado por Rafa Elorza (CVCEPHOTO) y Sandi Bertoncelj (fotógrafo ganador del premio cartel Mendi Film en 2020 y 2022)

“Para mí ha sido una super alegría con mayúsculas”, responde entusiasmado al preguntarle por haber sido el ganador del premio Cartel BBK Mendi Film Bilbao Bizkaia 2023. “En los últimos años estoy teniendo la suerte de que mi trabajo tiene repercusión y estoy ganando cosas importantes. Pero esto ha sido de lo más top. Llevaba muchos años detrás de ser el cartel del Mendi. Cuando recibí la llamada de Jabier Baraiazarra justo estaba en el bosque haciendo una sesión de fotos de bici, y paré todo. Fue un subidón”. Y Yhabril entra en harina, reposa su cámara, y adopta modo entrevista. Acción. Sigue la acción.

  • Nos consta que estabas persiguiendo este premio durante algunos años.

Desde el primer año en el que se convocó el premio en el concurso CVCEPHOTO, hace siete años. Mi carrera ha ido bastante vinculada a este concurso en ese tiempo. Uno de mis primeros premios importantes fue en 2016, cuando obtuve el segundo premio de CVCEPHOTO. Y más o menos es cuando me entró ese pique para seguir codeándome con los más tops de la disciplina. Llegar ahí puede ser una casualidad, pero lo difícil es mantenerse. Por eso, cuando el cartel del Mendi se empezó a otorgar a través del concurso, para mí fue como la pieza final del puzle para conseguir ser el cartel del festival. Yo tengo la suerte de que me dedico a esto y hago fotos prácticamente a diario, y tengo un archivo super extenso. Muchas veces me quejo cuando tengo que elegir una foto para un concurso, lo paso fatal, estoy toda una semana dándole vueltas, buscando y rebuscando. Lo chungo sería lo contrario, el no tener dónde elegir. Pero yo, teniendo tanto, lo paso fatal, y con el cartel del Mendi peor todavía. Necesita ser una foto que funcione tanto en horizontal como en vertical, que no tenga muy visibles los logos de marcas, una foto con impacto… una serie de requisitos que hacen más difícil todavía la elección. Cada vez que voy de shooting por ahí, son cosas que siempre tengo en mente.

  • Cristoph Jorda, Rainer Eder, Christian Pondella, Sandi Bertocelj por doble partida, y Jan Zahula, han sido los fotógrafos que te han precedido.

¡Fíjate! Nombres que para quien esté puesto en este mundillo es de quitar el hipo, gente top mundial. Siempre he tenido muy en cuenta el veredicto de CVCEPHOTO, y el del cartel del Mendi Film en particular. El pensar los porqués de los premios, algún día será mía… siempre lo he tenido muy presente.

  • Y has acertado con “X-Man”.

A pesar de me cuesta mucho elegir entre todas las que tengo, ésta la tenía en mi Top. Cuando saqué esta foto, sabía que iba a conseguir algo grande. Hay ciertas veces que te pasa eso, tener esa sensación de querer irte a casa y, editar y cerrar eso, sabiendo que tienes algo especial. Era una sesión para una marca, y cuando entregué las fotos les pedí que ésta no se publicase, que la protegieran, que me la quedaba yo para cosas muy top, y ha resultado que me ha salido bien la jugada.

  • ¿Cómo fue la sesión de “X-Man?

Está hecha en la cascada de Sorrosal, en Torla, a tres minutos de donde se puede dejar el coche, y no te comes nada de desnivel, el acceso es apto para cualquier persona. Lo bueno de esto consiste en cómo sacarle chispas a una localización tan cercana, tan conocida. Es un sitio muy turístico, un espacio reducido, un pequeño circo con una vía ferrata, y a mí me gusta ponerla como ejemplo de un lugar donde parece que no, pero de la que te puedes llevar 10-15 fotos potentísimas. Tengo una carpeta de esta misma tarde, con fotos brutales, y parece que son de sitios distintos. Eso se consigue con calma, llegando al sitio y analizando el lugar, impregnándote de ese ambiente. Yo ando mucho por el monte sin cámara, por sitios que no conozco, investigando. Si veo un sitio curioso, me paro, me siento en un tronco, y analizo el lugar pensando en posibles fotos, que igual en ese momento no pueden ser la foto que podrían ser, pero que cuando venga una nevadita de estas otoñales, con una base blanca y matices marrones… Y me lo apunto.  Y cuando ocurre eso, llamo a la persona que creo que puede ser buena para la foto, y volvemos al sitio. Es así como se consiguen las fotos especiales. Y en el caso de “X-Man”, así fue. Era un día oscuro y húmedo y rápidamente me llamó la atención esta composición en la que el blanco de la cascada destacaba muchísimo sobre ese fondo y ese primer plano de texturas de roca en forma de X. Para llenar el encuadre sólo me faltaba un atleta vestido de blanco que me diese la zancada y el gesto en X y sabía muy bien quién me lo podía dar, mi amigo y super corredor, Chano. Él tardaría unas horas en llegar, el tiempo perfecto para adentrarme en esos bosques llenos de magia en los que encontraría el ambiente perfecto para dibujar en mi mente la imagen final.

  • Fotógrafo outdoor y naturaleza, ¿o abrimos más el abanico?

Yo me considero un fotógrafo versátil y polivalente. Otra cosa es que mi trabajo haya logrado mayor repercusión en temas de outdoor, aventura, naturaleza, fauna… se me encasilla un poco ahí. Cuando empecé en esto, que no hace tanto, unos diez años, el palo que más tocaba era el surrealismo.  Yo empecé haciendo trabajos surrealistas de edición de iphone sin tocar photoshop, y es una faceta mía de la que estoy muy orgulloso. Me gusta mucho el retrato, me gusta el paisaje, he hecho eventos… Yo creo que me manejo bien simplemente porque lo que me mueve es la pasión. Pero sí que es verdad que en lo que me desenvuelvo bien es en la montaña, es lo que me apasiona. Yo soy de Bilbao, y de Gorliz de adopción, un pueblo de costa, y claro, la temática que más toco es la montaña. Hasta hace tres años hacía medio año en la playa y medio año en la montaña, y eso me estaba suponiendo un freno. La decisión de irme a vivir a la montaña todo el año, ha sido una explosión de trabajo para mí, una explosión de generar contenido, porque realmente es donde tengo que estar, y en estos últimos tres años lo he notado muchísimo. Yo de mi casa salgo y en treinta segundos ya estoy pisando el sendero, y eso es muy importante para el trabajo que hago. Con lo que, sí, me considero fotógrafo de Naturaleza, en toda su extensión.

  • Dices que no eres escalador ni alpinista… Pero cuando menos sí reconocerás que eres snowboarder. Todo, liga bien en el perfil de un fotógrafo de naturaleza.

Soy una persona que ha mamado el monte desde pequeño, a mi aita siempre le ha encantado, mi hermano y yo íbamos con él al Gorbea prácticamente todos los domingos. Como bien dices, no me siento escalador, tampoco alpinista, y sí, soy monitor titulado de snowboard y es el trabajo que he desarrollado durante los últimos 15 inviernos. A mi la montaña me encanta, y sin ser un grandísimo montañero me desenvuelvo bien en ella. Es un entorno que a base de meter horas te vas adaptando, aprendes a moverte, a detectar los peligros, a analizar, adaptarte a los cambios de tiempo bruscos, manejar sistemas GPS, tener un plan B, incluso C, saber cuánta carga eres capaz de llevar. Luego también requiere de un entrenamiento, tienes que estar mínimamente bien de forma para poder cargar entre 15 y 30 kgr de material. Yo en esto suelo pecar bastante, la verdad, pero es que lo paso muy mal si pierdo una foto por no haber metido la lente que necesitaba, o el cuerpo que necesitaba… Prefiero ir cargado como una mula, que luego necesitar algo y no tenerlo, y eso en ciertas situaciones es un hándicap también.

  • Se te identifica con fotos de nieve, pero tu obra abarca muchas más facetas.

Sobre todo desde hace tres años, desde que vine a vivir a Pirineos. Desde entonces estoy haciendo mucha fotografía de deporte en montaña, en todas las estaciones del año: boulder, escalada, mountain bike, trail running, esquí, snowboard… Adaptándolo a mi visión de la fotografía que tiene bastante de artística. Tengo la suerte de que muchas veces se me contrata dándome libertad artística, “yo quiero que hagas tu trabajo, confío en tu trabajo, he visto lo que haces, y quiero eso”, me dicen.

  • Pero reconocerás que tu gran musa es la Luna.

[Sonríe] Por lo menos hasta ahora lo ha sido. Pero como con todas las cosas guapas e interesantes, pasa que el tema se acaba quemando. Ahora ya está prácticamente todo hecho en torno a la Luna, las redes sociales están llenas de fotos de Luna. Y a mí lo que me motiva es seguir buscando cosas nuevas, intentar seguir siendo creativo. Es más, creo, que en muchos concursos, en muchas publicaciones, ya desechan fotos de Luna, porque ha habido tanto y tan bueno, que es difícil aportar algo diferente. Yo lo sigo teniendo presente, sigo teniendo mis ideas, pero lo tengo un poco aparcado. Lo que quería hacer con la Luna ya lo tengo hecho. Tengo mis ideas, pero son prácticamente imposibles, si hay opción de que suceda, ahí estaré para intentar hacerla realidad, pero ya no tengo esa obsesión que sí que he tenido alguna vez, de estar pendiente mes a mes de la Luna.

  • En 2022, se presentaba en el Mendi Film la película “Yhabril: el buscador de luz”, dirigido por Phelipe Eizagirre. ¿Quién es Phelipe Eizagirre para ti?

Uno de mis mejores amigos, un amigo de toda la vida. Es de la cuadrilla, con quien he tenido más vínculo siempre, y encima la vida nos ha llevado por el mismo camino. Es alguien con quien comparto la misma pasión, que es el trabajo audiovisual, la naturaleza, la montaña, y además somos muy compatibles en cuanto a carácter y personalidad. Es una persona importante en mi vida.

  • Y sois un volcán de creatividad: el corto “Iretargi” de Janire Etxabe, presentado también en el Mendi Film 2022, tiene vuestro sello.

Son cosas que ya llevamos tiempo hablando, hemos querido madurar, y ahora tenemos muchos proyectos en mente. Somos nuestros críticos más estrictos, y hasta que no nos hemos visto capaces de hacer cosas de calidad no nos hemos echado a la piscina. Con “Yhabril: el buscador de luz”, no se trata solo de hablar de mi historia, se trata más bien de dar visibilidad en festivales y en pantallas a toda la gente, como puedo ser yo, que hace ese trabajo en la oscuridad, que luego se plasma en las fotos, pero no se ve el sufrimiento, la preparación, todo lo que hay detrás, por ejemplo, y en este caso, de documentar fotográficamente un ultra-trail de montaña como es la Canfranc-Canfranc. Cierto que yo tengo la suerte de que mi trabajo hoy en día se ve, que tiene eco, pero hay gente de la misma calidad, o incluso más, a los que por unas cosas u otras no se les da voz. A través de este cortometraje, el público puede ver qué es lo que hay detrás de un trabajo así.

  • ¿Y qué relación tienes con los atletas con los que trabajas?

Un atleta necesita un fotógrafo para dar un salto de calidad en la repercusión de redes sociales de lo que hace, y de la misma manera, un fotógrafo necesita buenos atletas. Yo siempre lo digo, mi trabajo es un trabajo entre dos, o entre cuatro si en esa foto aparecen tres atletas, es decir, el fotógrafo más los atletas. No vas a sacar una foto buena con un atleta malo haciendo ese deporte, porque yo por ejemplo soy super-exigente con los gestos técnicos, y mando repetir hasta que consigo obtener ese gesto que yo quiero. Un atleta profesional o bueno en su deporte, ese gesto lo hará a la primera, a la segunda, o a la tercera, y uno mediocre te lo va a hacer a la décima, o no te lo llegará a hacer. Entonces, un fotógrafo necesita un buen atleta, así como un atleta necesita un buen fotógrafo. Hay atletas buenísimos que sus redes dan pena, y a una marca le va a costar contar con ese atleta, porque en mayor o menor medida las marcas buscan el impacto a través de las redes sociales, y ese impacto se basa en la calidad de la imagen. Entonces yo creo que hoy en día una combinación potente entre atleta y fotógrafo es muy importante para ambos, tanto para el creador de contenido, como para el protagonista del mismo.

  • Tú has conseguido mimetizarte bien con las redes sociales.

Aunque parezca lo contrario, no les hago caso especial a las redes, no soy alguien que trabaje mucho las redes sociales. A mi me han ido “solas”, entre comillas, sobre todo al principio. Para subir a 5000 seguidores, y de ahí a 10000, sí que he tenido que hacerles un poco de caso, pero a partir de ahí llega un momento en el que tu propio trabajo va cumpliendo esa función de una manera orgánica. Hoy en día no le meto muchas horas, estoy en otra fase de cara a las redes sociales. Dentro de lo que necesito estoy muy bien, he conseguido dedicarme a esto, me llaman para trabajar, con lo que ya no me hace tanta falta estar muy pendiente de las redes. Si hago una foto potente, me la guardo, no publico lo bueno. Por ejemplo esta de “X-Man” no la he publicado en mi Instagram, que es en donde estoy, la red en la que trabajo. Sí que hay una publicada de aquella sesión, pero ésta no. Me la guardé como candidata a convertirse en imagen del Mendi Film, y no puedo estar más contento por haberlo conseguido.

  • Seguro que tienes una buena cartera de amigos atletas disponibles.

Eso es muy recurrente. Muchas veces, colegas fotógrafos me dicen que les cuesta mucho conseguir gente que les haga de modelo, sobre todo esquiadores, y me preguntan cómo consigo yo tener a tanta gente disponible. Y la respuesta es fácil: es lo que hemos hecho siempre, desde antes de tener una cámara; no he tenido que buscar amigos para hacer fotos, es que lo somos desde antes de que empezara a trabajar de fotógrafo, entonces tengo esa suerte, de que todos son mis amigos desde hace tiempo.

  • ¿Y qué les puedes aconsejar a aquellos que se enganchan a esta pasión, y ven en ti un ejemplo a seguir?

Sobre todo, que trabajen con pasión, que hagan las cosas para sí mismos. No van ha llegar arriba de un día para otro, esto es un camino más o menos largo, aunque en mi caso ha sido bastante rápido, la verdad. Pero, aunque a mí me hubiera llegado en veinte años, en treinta, o nunca, no me hubiera importado, lo hago porque me gusta, porque me llena. Y lo otro es asumir que hay que pasar fases, que vas a tener que trabajar gratis, que vas a pelear, que vas a tener menciones, que se van a reír de ti, se van a mofar de ti… Pero si tú confías en lo que haces, eso siempre va a estar ahí. Y en el momento en que tengas que valorar si de verdad te puedes convertir en un profesional, o no, hazlo, toma esa decisión. Es lo que recomendaría, hacerlo para uno mismo, y saber detectar cuándo puede dar ese salto. Y si crees que no, no pasa nada, a seguir con otras cosas y a seguir disfrutando de la fotografía, con pasión, toda la vida.

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